Camino PRIMITIVO 9ª jornada

Castroverde – Lugo

Día gris. Lluvioso, desapacible. Con mas asfalto del deseable. No frío, pero si muy húmedo. Jornada de distancia media que se hizo larga.

Hoy, contando con que la jornada era “corta”, decidía tomármelo con calma. Después de la súper siesta de ayer, me acosté después de escribir, a las siete de la tarde, y cuando quise abrir el ojo eran las diez y diecinueve de la noche… teniendo en cuenta que el albergue cerraba a las diez, poco más había que hacer que subir el texto de la octava jornada, dar un trago de agua y acostarme a esperar que llegase la hora de levantarme y prepararme para partir dirección Lugo.

Lo hacía a las 07:10, en solitario, no me apetecía llevar ni hacer compañía. La mañana, siendo aún de noche, era fresca pero no fría. No hacía viento, si un poco de neblina a media altura. Me dirigía hacia el bar Roma, el único que había abierto y en el que me había comentado Javier que iban parar a desayunar, Antonio, Anna y él, además de dejar las mochilas estos dos últimos para que se las llevaran hasta Lugo. 

Cuando he llegado estaban pagando, después de haber desayunado y avisándose para salir. Me despedía de ellos, de Javi definitivamente, pues él regresaba hoy desde Lugo hasta Vigo, donde vive. A Anna y Antonio seguramente los volveré a ver hasta llegar a Santiago. Antonio se reunÍA hoy en Lugo con su mujer para continuar juntos hasta Santiago y Anna… no sé muy bien cual era su plan, pero posiblemente volvamos a vernos de Camino o quizá en Santiago… o no.

Me tomaba un café doble cortado con leche fría y emprendía Camino. 

Pronto la niebla, que no era cerrada pero estaba pocos metros por encima, dejaba sentir su humedad. El clarear del día, desperezándose lentamente y con tonos totalmente grisáceos, era la evidencia de que el día amanecía nublado y amenazante de lluvia. Algo que se ha constatado pasadas las ocho medía. Primero con un pequeño chirimiri que no invitaba ni a protegerse del agua, pero que muy despacio, paulatinamente, ha ido ganando entidad para convertirse primero en un calabobos y por momentos en fuerte lluvia, sin llegar a ser torrencial. Desde las nueve, hasta doce que he alcanzado el albergue de Lugo, ha sido una lluvia constante, alternando intensidad. 

El recorrido de hoy, muy rural, caminando por asfalto o en paralelo a este, también por alguna pista de tierra atravesando zonas boscosas y algún pinar, no pasará al recuerdo como uno de los días más recordados de este Camino Primitivo, podría decir que ha sido de transición para llegar a Lugo capital.

Destino poco agraciado para llegar de peregrino siendo domingo y lloviendo, ya que el ambiente en el casco antiguo es de tapeo, pinchos, aperitivo principalmente para los del lugar, sin posibilidad de un menú de comida casera para un peregrino… Después de hacer tiempo a que abrieran el albergue a las 13:05, y de organizarme para lavar ropa, principalmente para poder tener camisetas térmicas secas mañana, me he ido al centro en busca de aun sitio donde comer algo caliente y me tenido que apañar con un arroz; (tenía necesidad, o capricho, de pasta o arroz) y he optado por unas albondigas con patatas, como sería el resto… el caso es que la comida de hoy, como la jornada, posiblemente, en unos días, ocupe poco espacio o ninguno en mi recuerdo…

Y siento ser breve pero es que la jornada de hoy ha sido así… más larga de lo que preveía, al final han sido 23,5 Km de puentea puerta entre albergues, que se han parecido incluso más… y muy gris, sin nada reseñable y contagiosamente inapetente.

Ojalá mañana el día sea menos gris, o al menos a mi me lo parezca y aunque el sol no se quiera dejar ver, se intuya haciendo lucir un poco más el entorno, los parajes y el propio Camino… pero eso, eso será ya mañana, porque mañana, mañana más!

#BuenCamino