Prólogo Camino Inglés’21

Si te sientes en peligro, ¡SÍLBAME!

Así rezaba la canción de Rigodón, allá por mediados de los ochenta, al inicio de la serie de dibujos animados “La vuelta al mundo de Willy Fog”.

Esto que está a punto de comenzar no será la vuelta al mundo en 80 días, tampoco una aventura de más de un mes a lo largo del Camino Francés, o del Norte o la Vía de la Plata, pero si será una experiencia más para mí en el Camino, distinta también a todas las anteriores y diferente a lo que tenía en principio programado para este año…

Tras haber completado en Noviembre del año pasado el Camino Francés, por entregas en distintos años, este año tenía planificado empezar, a finales de octubre, el Camino del Norte en Irún para llegar a Santander diez o doce días después y volver a retomarlo allí al año siguiente, siempre contando con tener salud para ello claro está. Iba a ser en solitario, pero… Cambio de planes, y bienvenidos sean si son por el silbido de un buen amigo, porque como cantaba el lince, criado de aquel león viajero, <lo único importante es estar juntos y ya está>.

Después de todo lo vivido en el último año y medio, está claro que lo verdaderamente importante es tener salud, y además poder volver al Camino, por segunda vez además para mí este año después de haber caminado, a finales de agosto, durante una semana por el Portugués en compañía de Marian, mi amada princesa india, Romy, y nuestro grupo de amigos y compañeros de andanzas albarucos, Alicia, Mariajo y Marian y sus fieles y leales escuderos… Pedro, Rafa y Aurelio. Vuelvo ahora para retomar no solo el caminar, también el encanto de la vida de peregrino en albergues, su austeridad, una limitación de recursos, la inseparable compañía de la mochila cargada a hombros cada jornada, ese aislamiento tan necesario para mí y que tanto me recarga de energía, y el vis a vis con el teclado para escribir los pensamientos y vivencias en cada jornada con estos dedos de trapo que cada vez aprecio más…

Mañana, si nada lo impide, comenzaremos el Camino Inglés, saldremos desde Ferrol con el propósito de llegar a Santiago el próximo jueves. Serán poco más de 120 km, seis días. Algo aparentemente muy llevadero, con tres jornadas cortas, de unos dieciséis kilómetros; dos por encima de veinte pero por debajo de veinticinco y solo una de unos veintinueve; sobre el papel, asequible… pero volviendo a la canción… <Hay muchos peligros, cosas fáciles, difíciles y buena gente y mala aventura, desventuras sin parar, hay que ser amigos eso es lo fundamental, si tu vas delante yo vigilo desde atrás, y si yo te ayudo se que tú me ayudaras…> porque el Camino, como la vida, nunca sabes lo que te puede deparar, pero siempre has de tener presente que lo importante es seguir caminando, avanzando, superando dificultades, dejando atrás obstáculos, fijando nuevos objetivos y disfrutar del Camino con todo lo que este proporciona, incluidos los momentos de compañía, solidaridad y gratitud de otros caminantes, hospitaleros y lugareños… pero también de los momentos de profunda y sanadora soledad, viviéndolos únicamente contigo mismo, tus pensamientos y tu caminar.

Y ahora, llegados a este punto, lo que viene siendo habitual… hago firme mi habitual amenaza… ¿y mañana?, mañana más!

#Buencamino