Olores y colores…

9ª 2020 – Melide – Arzúa

Creo recordar que fue la mujer de un futbolista de fama mundial quien dijo, hace casi dos décadas ya, de manera despectiva, aquello de … “España huele a ajo…” intentando pagar, con aquello, su frustración por tener que vivir en España, concretamente en Madrid, en lugar de hacerlo en Londres o New York… supongo que era su “penitencia” por seguir a su marido futbolista en lugar de quedarse, en su isla de origen, dando saltos y chillando o canturreando canciones comerciales para quinceañeros, y demás seguidores, de cuestionable gusto musical…

Hoy, tras la noche en “el pisito de soltero”, amanecía como estaba siendo habitual, mal dormido pero bien descansado… después de lo de costumbre, tenía en esta ocasión que ir recogiendo el improvisado tenderete que había montado, como pude, tirando de algo de ingenio, para que las prendas más mojadas furan secándose… Chaqueta de travesía (neopreno), pantalón negro, camiseta roja, calcetines y mis queridas zapatillas de siempre…

Con todo listo, organizado y guardado correctamente para que lo húmedo no afectase a lo seco, y tras comprobar que no me dejaba nada olvidado, cerraba por fuera la puerta de mi última estancia y procedía a la auto foto de rigor.

Empezaba a caminar por las calles de Melide a las 07:33. La sensación era, como hasta ahora, fría, hoy también por temperatura… había poco más de 5º. Soplaba cierto airecillo que hacía agradecer la mascarilla e incluso le incorporaba la segunda capa… la braga! Con la que tapaba, a demás del hocico ya cubierto por la quirúrgica, y las orejas descubiertas hasta ese momento. Hoy, a diferencia de ayer, me había estudiado el parte meteorológico para sacar nota alta, sino sobresaliente… nubes y claros durante toda la jornada, sin probabilidad de precipitaciones, temperatura entre los seis y los once… con estos parámetros, la lectura traducida que arrojaba era… “mu mal se tie que dar pa que no sea un día cojonudo”.

 

 

Verdaderamente se intuía que iba a amanecer con el cielo prácticamente despejado, solo se oteaba algún banco de niebla al frente, en la dirección hacia la que me desplazaba, pero sin consistencia, en breve se habría esfumado. Yo, retomaba mi examen de fotografía particular, suspendido por adversidades climatológicas, rehaciendo lo mismo del día anterior, pero no solo con distintas localizaciones, también con diferente iluminación (mejorada), al igual que el ánimo y las ganas, el día, me “daba en la nariz” que iba a ser fantástico para poder rematar el trabajo dejado a medias ayer, incluso para presentarlo al profesorado…

Hoy, por suerte, si me acompañaba mi sombra y, ambos hemos disfrutado como niños en la mañana de Reyes… me he deleitado con calma y ganas durante casi toda la mañana. Verdad es que éramos solo el uno para el otro, mi sombra y yo, yo y mi sombra… hoy no me he topado con ningún peregrino durante todo el recorrido, pero tiene su por qué.

Lo habitual, salvo lesión o caso particular, es hacer la jornada Palas de Rei – Arzúa, parando únicamente en Melide para el obligado avituallamiento en casa Ezequiel (o similar). Ayer la gran mayoría de peregrinos no pernoctaron en Melide, por lo que la mayoría de los que iniciasen hoy recorrido para llegar a Arzúa, lo harían desde Palas, y como es habitual saldrían sobre las ocho de la mañana, por lo que por muchas fotos que yo hiciese hoy, no iba a poder contar con modelos improvisados ni “robados” a traición, por la espalda… hoy no he visto a ninguno hasta estar ya aquí, en Arzúa, alojado, comido e inmerso en mi relato de la jornada en la zona común del alberge, bastante agradable, por cierto, a la vista, no así al culo…

El trayecto de hoy es uno de los más inolvidables y deseados, al que siempre quiero llegar volver a vivir, disfrutar y despertar los sentidos.

Cuando llevaba escasamente tres cuartos de hora caminando y el día empezaba a hacerse fuerte, me topaba de bruces con esos bosque que solo conozco en esta zona y que, casi sin notarlo, te zambulle en ese increíble microclima en el que de manera natural, te encuentras haciendo vahos a temperatura ambiente, deleitando, sobremanera, el sentido del olfato. La temperatura, agradable, pero sobre todo la humedad de la mañana y la que recogía el propio entorno tras el relente y las lluvias del día anterior, hacían que respirar profundamente allí dentro fuese inhalar el bote de Vicks VapoRub, pero sin la agresividad del mentol químico… he respirado tranquila y profundamente, una y otra vez, como queriendo guardar reservas para cuando esté en Alcalá, hasta casi llegar a saciarme… que bendición!!!!

 

 

Es verdad que los primeros eucaliptos los localice el lunes, poco antes de llegar a Ventas de Narón. Luego he vuelto a tener “avistamientos”, pero hasta hoy no he vuelto a sentir su presencia, de manera tan espectacular, en nariz, y hasta en boca de manera retro-nasal… que maravilla, que aroma tan intenso, al tiempo que sutil, pero penetrante, fresco, pero en su justa medida, sin aditivos, ni… colorantes? Los matices en nariz no tenían color, ni falta que le hacia! Si mi nariz estaba disfrutando… que decir de la vista…

Hoy, con todo a favor, y sabiendo que hacer una mala foto era un suspenso fijo, me he esmerado, repetidas veces, recurriendo a la táctica del alumno que rellena folios en el examen para impresionar deslumbrando al profe e intentado garantizar el aprobado con nota alta…

La luz de primeras horas incidía de manera extraordinaria sobre el musgo y liquen que cubría la gran mayoría de las piedras y troncos que delimitan el sendero que surcaba los distintos bosques, el verde que irradiaban era clorofila pura. La alfombra que cubría gran parte del sendero en el interior era de un ocre tirando a oscuro pero intenso, toda la gama de pardos, panzaburras y caquis se escondían, a la vista, en cualquier rincón ángulo de encuadre… la gama de grises y azules, variaban a cada paso según el sol ganaba en altura a mi espalda… los amarillos, los yema, naranjas e incluso rojos grosella reclamaban su discreto protagonismo…

 

 

Todo ello aderezado con una banda sonora con el distinto trinar de pajarillos, algún ladrido, lejano o más cercano, el resonar lento de los cencerros colgando del cuello de las rubias pastando en los prados cercanos, o colindantes, y en muchos, muchísimos momentos, el siempre agradable, relajante y para mi extasiante murmullo constante del discurrir del agua, con mayor o menor cauce, pero cautivador y depurativo para mente y alma… al menos para mi.

Además de los vahos de eucaliptos incorporados a la jornada de hoy, en el Camino es muy frecuente despertar la pituitaria con aromas, olores o matices muy reconocibles… en distintos puntos del Camino Frances, oler a vaca o vaquería es muy normal, pero de O’Cebreiro en adelante, es más frecuente el olor a vaca, o mejor dicho a de lo que la vaca se desprende… olor a mierda y a urea, olores intensos ambos, no agradables, pero naturales, aunque sí muy intensos… conozco “pachulis” que me marean, molestan e intoxican más que el fuerte olor a urea. Pero además de la multitud de olores a distintos vegetales o hierbas, pinares, hayedos, castaños… todos ellos, con humedad y al menos en esta época del año, en espacios donde se concentran numerosamente, tienen su olor particular, hasta al pisar los alfombrados senderos de hoja caduca húmeda desprenden un aroma, un olor, particular… pero para olor particular y tremendamente seductor, el de algunos pequeños pueblos, aldeas, parroquias, concellos o como se llamen… el olor que se recibe en muchos de ellos cuando se atraviesan andando, poco después de media mañana, es digno de guardar en frasco de esencia… huele a sublime puchero!

 

 

Porque si, “la Beckham” tenía razón, España huele a ajo!!!! Y a cebolla, y a pimentón, a sofrito, romero, tomillo, eneldo… España huele a eso, a puchero, a guiso, estofado y asado, España huele a lo que es, a tradiciones, a sabiduría en sus cocinas y fogones… pero claro… para valorarlo habría que saber apreciarlo y si, con todo y con eso, no nos gustase, al menos respetarlos… lo que pasa es que en cierto modo tiene razón aquel dicho de… “no esta hecha la miel para la boca del asno…”

Extravagancias de ignorantes venidas a más al margen, pero aprovechando para mandarla a paseo por aquel despectivo comentario de hace casi dos décadas (soy escorpión y dicen que tenaz hasta que la devuelvo), hoy ha sido una hornada para disfrutar, de manera especial, del olfato y de la vista… un día en el que el tiempo a vuelto a ser un tiempazo y en el que caminar hasta Arzúa ha sido un paseo de poco más de quince kilómetros, pero al que le he dedicado casi cinco horas… seguramente al ritmo medio más bajo de este Camino, en cuanto a velocidad, pero con el nivel más alto de disfrute…

A las 12:05 mandaba la foto a la familia, informando de que había llegado al destino de hoy y, con calma, ojeaba desde el exterior los distintos albergues que aun estando cerrados por no ser aún las 13:00, aparentaban estar operativos… después de un tercio en la plaza , desandaba hasta el seleccionado para confirmar que podría ser mi morada esta noche y, tras confirmarlo volver en busca de otra cervecita para hacer tiempo y celebrar todo lo bueno que sin duda me estaba pasando en este Camino. Poco después de la una volvía al albergue, hacía la entrada y flipaba con las instalaciones… hasta el momento, de las mejores habitaciones en las que he estado, o recuerdo, desde Sant Jean Piet de Port hasta aquí. Posiblemente, al final de este periplo, dedicaré un capítulo anexo para recoger comentarios y muestras gráficas (fotografías) de algunos de los alojamientos que me han dado cobijo durante este Camino.

Después de la ducha, las cremas y alguna friega, terminaba de instalarme en mi cubículo y, tras pedir referencias al hospitalero, me dirigía al restaurante Carballeira, una casa de comidas como las que ya no se encuentran fácilmente… hoy todo me iba a salir bien! No había aún nadie en su interior, al abrir la puerta corredera de madera que daba acceso al único salón con cuatro mesas corridas, sabía que había acertado! No solo por lo que veía, que me chiflaba, sino por el inmenso pellizco, que los aromas provenientes de la cocina, me daban en la nariz y llegaban directamente hasta mi estomago anunciando de la que se avecinaba.

Me sentaba a la mesa y, como “en casa de madre”, la campechana, amable y atenta señora me decía:

⁃ De primero te puedo poner una sopa muy rica con, además, unos garbanzos… o bien/

⁃ Está bien! La sopa! Por favor.

⁃ Después tengo una ternera guisada, un pollo asado, un/

⁃ Pollo! Por favor! El Pollo asado me parece perfecto!

Y esto, regado con un vino con gaseosa. De postre… Tarta de Santiago casera!

Y de repostre… mi sobre número nueve!

Como siempre, lo primero la foto! La de hoy me daba la pista… podía y tenía que ser la cuadratura del circulo.

Al principio, cuando comenzaba a abrir sobres, desconocía por completo de que iba el regalo, el juego que había urdido mi hija para que disfrutase al tiempo que me sorprendía, pero claro el disfrute no solo no cesa sino que se incrementa, pero el efecto sorpresa pierde relevancia… hoy, al ver la foto, tomada en Albares, durante una cena en el patio de casa… y con la leyenda al pie de foto… “la familia elegida”, tenía que ser blanco y en botella…

Dedicaba una mirada sosegada a la foto, no de muy buena nitidez, por lejanía y las limitaciones propias de la distancia al ser de noche (sin luz natural)… en primer plano, a la derecha, mi madre, nunca le gustó el pueblo, pero a mi me hace tan feliz que, a regañadientes, venía y tragaba con estar unos día allí por verme feliz, con mi mujer y mis amigos… si, ellos, el resto de protagonistas junto a ella y Marian.

Los más cercanos me han escuchado decir, repetidas veces, que tengo pocos amigos… o eso creía yo hasta hace dos años. Cuando cumplí los 50 y me hicieron una fiesta sorpresa, viendo a todos reunidos allí, más los que luego me dijeron no había podio ir, me daba cuenta de que no eran tan pocos, pero sin duda eran más de los que puedo gestionar, como merecen y me gustaría…

Pero este grupo, por suerte, es distinto… es un grupo elegido en la madurez. Amigos seleccionados cuando ya se sabe lo que se quiere, pero sobre todo lo que no se quiere…

Los firmantes de hoy son, posiblemente, de los amigos más recientes (siete u ocho años), pero con una gran afinidad, por compatibilidad, cercanía y disposición… siempre hay, o si no se hace, un hueco para comer, cenar, tomar una cerveza, una copa, charlar o, por supuesto, una partida de mus, en la que perdamos o empatemos es lo de menos… En tan poco tiempo, AMIGOS, cuantas cosas, momentos y viajes hemos compartido y vivido… y lo que nos queda!!! Mariajo! Rafa!! Gracias por vuestro mensaje repleto de cariño, como vosotros sois… pero sobre todo, gracias por estar siempre dispuestos a compartir momentos, por que la vida, dicen que, son dos días y pasar uno de ellos con vosotros es y será siempre un placer.

El sobre de hoy sabía que tenía que caer, pero que además haya sido en Arzúa, siendo la jornada que todos completamos… Esta mañana te mandaba a ti, Rafa, el video reviviendo aquel glorioso momento entrando al trote por la acera, con las perneras del pantalón desmontable por los tobillos, sudando como un pollo, pero más feliz que una perdiz y todos nosotros más al vivir en primera persona tu hazaña… Ojalá podamos repetir y compartir, pronto, la experiencia de otro nuevo Camino juntos. Os quiero AMIGOS!!!

 

 

Y así, en Arzúa, lugar donde este año no tenía planificado hacer noche, pero que el cambio de planes me trajo hasta aquí, el sitio donde en 2014 vivimos uno de los momentos más felices e inolvidables de aquel Camino, hoy, el sobre nº9 llevaba la firma del que entonces fue el protagonista de aquella alegría… quedan pocos sobres… y menos días… por lo que mañana… mañana, más!

#Buencamino

#Novoysolo

#Vamosjuntos