Camino de Invierno · Mi Camino’22 · Prólogo

De camino al Camino.

¡Por fin! Llego el día, la hora y el momento de arrancarme de la rutina, despegarme del cada vez más desapacible e inestable entorno laboral, para buscar descanso, sosiego y paz, que espero encontrar dentro de poco, una vez lejos del mundanal ruido.

Hace poco más de un año estaba despidiéndome del Camino. Lo hacía desde Santiago tras haber finalizado el Camino Inglés. Maravillosa experiencia vivida, de manera extraordinaria, con mi “escudero”, “Rigodón”, el “aspirante a vikingo”, o simplemente, mi amigo Chesco.

Cuando me despedía con un “hasta pronto”, lo hacía con la mente puesta en el futuro, pensando en el presente de ahora. En ese momento en el que me subiese al tren con destino a Irún para comenzar el Camino del Norte.

Buena parte de este año transcurrido la he dedicado, como de costumbre, a documentarme y organizar este Camino, el del Norte, saliendo desde Irún con el objetivo de llegar a Santander y allí volver a despedirme para el año siguiente (2023) Dios mediante… volver a retomarlo y si nada lo impide finalizarlo llegando a Santiago dentro de dos años. He hecho y desecho jornadas, acortando, alargando, tomando variantes o Caminos complementarios, hasta barajar dos alternativas, ambas con final en Santander, pero con distintas opciones, según la disponibilidad de alojamientos, que como es normal no es tan abundante como en el Francés, pero además la oferta es mucho menos variada…

Me explico: en el Camino Francés, a lo largo de todo su recorrido desde SJPP, por lo general, hay disponible una amplia oferta para poder alojarse y pasar noche, de manera especial para el perfil de peregrino mas austero. Cada ciertos kilómetros, no en cada pueblo, pero casi, hay disponible un albergue publico y/o uno privado, o varios y si la población es un poco más grande, se puede encontrar algún hostal u hotel. La mayoría de ellos sin grandes lujos, pero curiosos, limpios y ofreciendo el mejor trato posible a los peregrinos. Una oferta variada, accesible y digna.

El Camino del Norte, en el tramo en cuestión, Irún – Santander, no cuenta ni de lejos con esa oferta. Si bien es cierto que hay poblaciones donde poder alojarse en un albergue publico (las menos), la oferta de albergues privados es muy reducida y en tramos importantes, la única opción disponible pasa por hostales, pensiones u hoteles, con pésimas reseñas, cuya limpieza, trato y servicios, según comentarios en google y rrss, cuenta con amplio margen de mejora. Ojo no digo que no haya alojamientos curiosos, limpios y con buen trato al peregrino, pero los menos, por lo que he podido encontrar y leer. Además, está la cuestión económica.

Mientras en el Camino Francés encuentras albergues públicos con precio de “la voluntad” y a 8€, y privados entorno a 12, 15 y 20€, siempre precio por persona en habitaciones compartidas, y desde 25€ en habitación de uso privado, en el del Norte, aunque en algunas poblaciones hay suerte y puedes encontrar estos precios, hay otras donde la oferta se limita a una o dos opciones y con muy baja puntuación en reseñas, eso si, a precios muy “de peregrino”, 51€, 62€ y hasta 90€ por una noche en habitación de uso individual, sin opción más económica.

Aún así, con todo el dolor de mi corazón y bolsillo, el jueves de la semana pasada ya tenía todo organizado y con reserva donde había opción. Todo listo y preparado, incluida la mochila hecha esperando para subirme al tren y comenzar mi Camino del Norte…

Me encanta el Camino. Disfruto de lo bueno y de lo menos bueno. De los amaneceres, los recorridos, los paisajes, los aromas, los sonidos, del viento… hasta de la lluvia, pero no a cualquier precio.

No me considero, ni me consideran, miserable. Si algo, una cosa o un servicio, lo vale y se quiere o necesita, se paga y luego, opino en mi entorno o incluso de manera pública en RRSS o Google. Pero, cuando me pongo en modo peregrino, hay cosas que no me puedo ni me quiero permitir.

Estoy en un ALSA, de camino a mi Camino. Dirección a Ponferrada. Atrás queda la noche del pasado jueves 20, dedicada a anular todas las reservas, incluido el billete de tren con destino a Irún. Perdiendo algunos euros por ese camino de cancelaciones, pero recuperando principios, sentido común, coherencia y sobretodo ilusión, motivación y ganas para disfrutar del Camino sin sentirme mal por tener que tragar con imposiciones poco lógicas, sin sentido y no sé si ética o moralmente, pero del todo inaceptables para mi cuando activo mi “modo” peregrino.

Mañana empiezo un nuevo Camino, mi décima inmersión en él, no es el del Norte como tenía previsto y deseaba, pero es el de Invierno, un Camino relativamente “moderno”, fue oficializado en 2016, aunque se lleva recorriendo en peregrinación desde hace siglos, Es una variante al Camino Francés desde Ponferrada. Hoy es una alternativa, en el siglo XVIII, durante el fenómeno de enfriamiento conocido como “pequeña glaciación”,  fue la única opción, cuando los pasos por los montes de León y Lugo estaban cerrados, el acceso a O’Cebreiro era intransitable. Esta variante, a través de las Médulas y la Ribeira Sacra, hacía posible alcanzar Santiago aprovechado   

la geografía menos montañosa  y las condiciones climatológicas más suaves. De ahí su nombre, Camino de Invierno.

El recorrido, además de llevarme por parajes seguramente preciosos, atravesando las Médulas, Monforte de Lemos, Chantada, Rodeiro y A Laxe, entre otros, espero me acerque otra vez a mi, me permita volver a encontrarme conmigo mismo y a disfrutar de mis pensamientos, reordenar como cada año prioridades mientras disfruto a mi ritmo, en silencio, tarareando, silbando o cantando, bajo el sol, las nubes o la lluvia y dando gracias por poder, un año más, con los pies en el suelo, volver a pisar la tierra, a caminar mi Camino.

Este año, además, posiblemente lo haga con otra perspectiva; mismos ojos pero distinta mirada… observando y buscando detalles e información, pero no solo para mí, si no para ofrecer a los demás que me lo pidan o lo necesiten. Cierto es que no será un Camino tan solicitado como el Francés, el Portugués o el Inglés, pero si lo merece y reúne las condiciones será otra opción a ofrecer a aquellos que llamen a la puerta de Top Travel To Santiago… nuestro proyecto, nuestra criatura por fin ve la luz.

Pero esto… esto os lo cuento mañana, porque mañana, mañana más!

#BuenCamino.