7ª jornada ’09. Continuará…
Esta debería ser la entrada con las vivencias de la 7ª jornada, la que nos llevaba desde Barbadelo a Portomarin.
Pero, aunque era lo previsto y la intención, teniendo en cuenta que se trata de plasmar/escribir los recuerdos vividos hace casi diez años, y que eso lleva su tiempo, especialmente si lo hago como pretendo y quiero hacer, que es a conciencia, como en las anteriores seis jornadas, pues requiere disponer de un tiempo del que ahora mismo carezco, por no hablar de la inspiración… las musas, esas que en ocasiones se me acercan y apoderan de mi mente y mis dedos de trapo para escribir palabras que forman frases y textos con cierto sentido… esas mismas musas están en este momento más lejos de mí, que los taxistas españoles de las plataformas VTC…
Cierto es que la idea de escribir algo parecido a un blog, que no quiere decir que lo sea, surgió hace algo más de un año, tras el encuentro y sugerencia de Ana Cadenas, una amiga y ex compañera, periodista ella no yo, con la que puntualmente compartí un paseo por calles de Madrid mientras hablábamos sobre el contenido del libro en el que estaba trabajando. El proyecto literario que casi finalizaba, giraba en derredor de la sencilla y simple practica de caminar, andar o pasear sin competir… ella, que había leído alguna de las crónicas de mis caminos, me invito a compartir un paseo por Madrid, así como lo que me pasaba por la cabeza y el por qué esa pasión por andar y caminar, fuese o no por senderos del Camino… ese día surgió el propósito de trasladar y recoger mis textos de aficionado en un blog o algo parecido…
Y así me dispuse a ello un día de verano de este 2018, para empezar a plasmar cronológicamente en un contenedor mis andanzas (nunca mejor dicho) y vivencias de los distintos Caminos recorridos hasta el momento, para aglutinar las crónicas ya escritas desde el segundo contacto con el Camino, incluyendo los recuerdos de aquel primero de 2009 que nunca plasme y donde alojaría, desde este año, todos aquellos que surjan tras cada nueva jornada de peregrino.
Una falta de planificación correcta, además de la vorágine en el inicio de temporada laboral este septiembre, han dado al traste con esa idea inicial y me veo, a escasas dos semanas de empezar a andar, sin opciones de llevarlo a cabo y obligado a tomar una decisión si quiero mantener vivo, aunque pausado, este proyecto. De ahí que haya decidido aplazar las entregas de las jornadas restantes, desde Barbadelo hasta Santiago, de aquel primer Camino, y haya decidido dedicar estos días previos a nuestro Camino’18 para ir incorporando a este contenedor las crónicas espontaneas escritas tras cada jornada de los anteriores Caminos, e ir incorporando diariamente las que surjan en este nuevo contacto con el Camino, concretamente un trecho del Camino Portugués, desde Tui a Santiago y de allí “al fin de la tierra”… Finisterre.
No obstante, el primer Camino, el de 2009, continuará… pero en otro momento.
Ahora, amigos… ¡Buen Camino!