Camino Francés 2016 · 2ª jornada · Las cosas del Camino

Roncesvalles – Zubiri (16 de diciembre 2016)

Uno se planifica, yo particularmente soy muy de ello, casi todo lo tengo planificado, poco dejo al azar… sí, soy así de rollo, pero me gusta organizarme. Algunos me llaman «cuadriculado», dicen que cariñosamente… sí, claro!

El caso es que ayer, sobre las 19:30 me fui a cenar al bar, si, al bar, no a un bar.. el bar que había abierto en Roncesvalles; es que hay dos, pero uno cierra en invierno, normal! No hay ni «Blas»… Ayer éramos cinco peregrinos en el albergue de la Real Colegiata, de hecho nos alojaron en una pequeña habitación que habitualmente es donde hospedan a seminaristas o miembros de la diócesis… o como puñetas se diga. Vamos, Lo que vienen siendo los «allegados». Pues eso, que cene, hable con la familia, chatee (de las dos maneras), con mi amiga Concha por un lado y con un tinto de la zona por el otro (dos chatos, na más), y sobre las 9 estaba listo y dispuesto para encamarme. En la habitación junto al resto de peregrinos (dos coreanos, una polaca y un italiano, parece el inicio de un chiste de los de antes), con pijama, chanclas y preparando el saco de dormir. A la camita… Era mi plan!

Pero… las «cosas del camino», de repente entra Don Valentín! Desconocíamos su existencia. Un tipo que rondaba los 70, par de años arriba o abajo. Raudo, vivaracho, parlanchín… aparece para traernos una oferta, para él, irrechazable… una visita guiada por la Real Colegiata!!! Intento hacerle comprender que estoy cansado, apunto de meterme en la cama, con pijama, chanclas… «nada, nada, Rafael, ponte unos calcetines, las botas y la chaqueta que os voy a enseñar el Claustro, la iglesia, las vidrieras desde dentro del nuevo techado, la cripta… no llegará ni a media hora, además, que tienes que hacer de traductor, ¿por qué sabes inglés, verdad?, bueno… dije.. saber, saber… el inglés de la EGB (entre nosotros, 5 años de vocabulario, reforzado con los del instituto y varios comienzos de cursos por voluntad propia… vamos el verbo to be creo que esta afianzado, mucho vocabulario y na más).

El caso es que allí me vi. En pijama, con botas y la cazadora, acompañando a la polaca, Ineskaya (o algo así, dejémoslo en Inés), el italiano, Jean Marie (Vamos a llamarlo, Chemari) y el bueno e inesperado Valentín haciéndonos una visita guiada de los rincones de la Real Colegiata… interesante! Muy interesante, de verdad. Mereció la pena… empezamos por el claustro. Precioso! Original del siglo XII, se reconstruyo en el siglo XVI tras una gran nevada y una posterior bajada brusca de las temperaturas durante unas semanas… la nieve se congeló y colapso el claustro derribando el lateral que daba a la iglesia. Posteriormente nos llevó a la sala donde descansan los restos del Rey Sancho VII de Navarra, un gran hombre, al menos en envergadura, nos contó que era un armario de 3 puertas… y media 2,15 (en su época), como podéis comprobar, interesante pero que yo estaba viendo que eso de que no iba a llegar a media hora había sido un mentirusco y gordo… seguimos por la fachada interna de la iglesia, sus arcos góticos, las vidrieras, el órgano (el antiguo y el nuevo), la antigua máquina del reloj de la iglesia, la sacristía (con un mobiliario digno de museo, impresionante), la cripta, la Virgen de Roncesvalles, tallada en madera y cubierta en plata… y todo explicado al detalle. Que si es una réplica, en pequeñito, de la catedral de Paris, Notre dame. Que si la encargo Sancho VII de Navarra y vinieron desde Francia para construirla y la acabaron antes que la de allí… que si esto se hizo en Munich, que si esto en el siglo XIX, que tal que si Pascual… que eran las 22:30 cuando me estaba metiendo en la cama. Y no olvidéis lo mejor… semejante explicación intentándoselo traducir a la polaca y el italiano (Inés y Chemari)… madre del amor hermoso. Así acabo mi día ayer…

 

 

Y ahora el camino de hoy, que en teoría es para lo que me pongo a escribir… para contaros el camino…

Lo de hoy ha sido muy distinto a lo de ayer. Si ayer el 95% fue sobre el regular y duro firme del asfalto, hoy apenas he pisado el asfalto, lo justo para cruzar de un lado a otro la carretera pasa seguir el camino que aparecía al otro lado y para atravesar dos de las tres poblaciones por las que he pasado. El resto ha sido senderos, algunos de tierra (pocos), altas alfombras de hoja caduca (la mayoría), casi siempre secas salvo los últimos 8 o 9 km en los que las hojas estaban húmedas, producto del txirimiri tan frecuente por estas tierras y que me ha acompañado desde Biscarreta el alto de Erro y desde aquí ganando fuerza hasta convertirse en chaparrón justo entrando en Zubiri.

 

 

El día no ha tenido ninguna complicación, ha sido un deleite para los sentidos… que vistas… que parajes, que senderos… hasta ha sido buena la temperatura, fresquito pero agradable, pero sobre todo hoy destacaría el sonido… hoy, el sonido de mis pasos, «únicos pasos», sobre el manto de hojas caducas y secas, ese sonido, junto con el del palo acompasado arrastrando sobre la misma alfombra y golpeando el suelo… ese sonido era como una musiquilla que yo podía modelar a mi antojo… eso es algo, un privilegio, que únicamente se puede conseguir y apreciar sin nadie a tu alrededor… mágico.

El único peligro hoy estaba en la bajada desde Erro, 2 km de pronunciado desnivel sobre un suelo de piedra, ya de por si resbaladizo, que con agua y hojas mojadas lo hacían verdaderamente peligroso. He bajado muy despacio, muy atento a donde pisaba, apoyando bien el palo y con todo y con eso he dado dos buenos resbalones que han quedado solo en susto, gracias al palo, que por algo se lleva.

 

En fin, que mañana más… como les digo a estos… tumorro mor!

Por cierto, pa mí que la principal intención de Valentín, anoche, no era otra que la de darnos la bendición como peregrinos a la salida de la iglesia… como así hizo….

Buen camino!